La experiencia diaria en el mundo de la dirección de empresas muestra con evidencia que éste no es un fenómeno coyuntural, sino un cambio de tendencia en el ámbito económico y empresarial .
Se pretende ofrecer una visión panorámica del proceso de globalización de las economías de los países industriales en los últimos 30 años.
Las razones últimas del proceso de globalización de los mercados son variadas. En la Fig. 1.1 recogemos algunas de sus fuerzas motrices. Como contrapunto , podemos observar en la Fig. 1.3 que estas fuerzas no tienen validez universal y ,a veces , son contrarrestados x otros factores. La globalización de la vida económica internacional afecta a las empresas de manera directa. La globalización de los mercados abre, en primer lugar, nuevas oportunidades de expansión en el exterior. Las posibilidades de diversificación en otros mercados geográficos nunca habían sido tan altas como en la actualidad, en un mundo con barreras comerciales decrecientes, con unas facilidades de comunicación extraordinarias y con un coste de transporte inferior. La globalización , sin embargo, plantea ciertos retos a las empresas. El primero es la creciente presencia de empresas extranjeras en mercados locales, tanto por la vía de la exportación como por la de la inversión directa; esto significa una rivalidad mayor, mas competencia en precios y presión adicional para mejorar constantemente la calidad de los productos.
Figura 1.1
La globalización también afecta a los gobiernos, pues les impone una restricción cada ves mayor a la hora de diseñar la política económica. Es conocido como los procesos de ajuste económico en un país han venido, en muchas ocasiones, forzadas por restricciones de la balanza de pagos o del tipo de cambio. Lo mismo puede decirse de los limites impuestos a la política económica. Sin ir más lejos, puede pensarse en el fracaso de la política inicial de François Mitterrand en Francia en 1981 o en las razones últimas de las medidas de ajuste perfiladas en los Pactos de la Moncloa en España en octubre de 1977. En ambos casos, la integración económica internacional era un factor que condicionaba tanto las políticas a seguir como sus resultados.
Figura 1.3